Entremos en detalles
El Dental Pod utiliza ondas ultrasónicas dinámicas de alta frecuencia de 42.000 Hz para hacer vibrar la solución y producir millones de burbujas a escala nanométrica.
Estas burbujas se expanden y colapsan rápidamente, liberando una gran cantidad de energía, limpiando y aplastando continuamente la suciedad, las bacterias y la placa, sin ser abrasivas para su aparato dental.
Esta acción, denominada "cavitación", se produce una media de 4.000 veces por segundo, por lo que todas las superficies y huecos se limpian de forma continua, dando lugar a un ciclo de limpieza corto pero exhaustivo y a un aparato maravillosamente limpio.
La frecuencia precisa necesaria para producir el nivel óptimo de cavitación depende de la cantidad de agua en el aparato y del tamaño/material del aparato bucal. Afortunadamente, el Dental Pod incorpora una función de retroalimentación dinámica que analiza el contenido y se ajusta a la frecuencia óptima para la limpieza por cavitación ultrasónica.
El Dental Pod también incluye un sistema de regulación térmica líder en la industria que evitará que el inductor ultrasónico caliente el agua por encima de 37 grados centígrados, lo que equivale a la temperatura de la boca humana, que es para lo que están diseñados todos los aparatos bucales.